DE DONDE VIENEN LOS CHOLOS

A lo largo de las nueve crónicas que se plasman en libro, Marco Avilés, a través de su título y su portada, nos plantea el origen de nuestra “choledad”. Y que a pesar de que no lo describe directamente, nos muestra una reflexión central en el último párrafo de su primera crónica: “Este libro es sobre los otros. Sobre los que nunca se fueron. Sobre los cholos e indios que, a pesar de los cataclismos que ha vivido el país, se quedaron a vivir en sus pueblos. En las montañas. En las selvas. ¿Qué los retuvo entonces? ¿Qué los retuvo ahora?”.

A partir de este punto, Marco explora diversos lugares de nuestra amplia demografía y extrae de ellas historias cargadas de costumbres, fervor, nostalgia y el mito que fuera de ese lugar hay un mundo muy distinto que juega otro rol. En Chumbivilcas retrata el takanakuy y el fervor que le tienen sus pobladores. Muchos vienen desde la capital especialmente a pelear olvidando, en muchos casos, la festividad de las fiestas navideñas. En Churubamba se enfoca en un equipo de futbol íntegramente de mujeres. Mujeres que no le temen a jugar con ojotas. Mujeres que rompen ese paradigma machista de los Andes. Los esposos cuidan a sus hijos mientras ellas juegan en un campo enlodado. El premio suele ser desde sacos de avena hasta conjuntos de camisetas. En el Río Camisea se adentra en su reserva y convive por días con varias tribus. Explora los mitos y leyendas que se tejen sobre esas tierras. Saben que en el suelo hay el preciado gas y que eso les perjudica. Conviven, casi acostumbrados según nos narra, a la convivencia con las máquinas y los trabajadores. En Carancas narra la conmoción del pueblo al ser espectadores de una caída sorpresiva de un meteorito. Algunos dicen que contamino la tierra y que ya no es fértil para su agricultura, otros dicen que traerá prosperidad y que mejorara la calidad de sus vidas. Un pueblo que no tiene ni agua ni luz y que al paso del tiempo viene perdiendo ese entusiasmo, el de seguir ahí. En El Dorado, nos narra la depredación del legendario pez amazónico, el Paiche y la batalla delos Yacu Taytas, sus guardianes, para que no se extinga. Un exótico animal que puede llegar a medir más de tres metros y pesar más de trescientos kilos de carne exquisita. “Hasta las escamas cuestan”. En Iquitos acompaña a un reconocido chef capitalino en busca de nuevos ingredientes para sus restaurantes. Explora los peces y las yerbas del lugar, mientras piensa en voz alta de todos sus objetivos que tiene para esta ciudad. Todo basándose en su gastronomía. En Huayana acompaña a un grupo de pobladores a llevar sus diversas variedades de papas nativas a una feria reconocida de Lima. Muchos no conocen la capital, piensan que el gran océano es un gigantesco río. Piensan que en la ciudad ganaran mucho, más. Ya en su último artículo, Lima; nos muestra realmente lo que uno venía buscando desde el título. ¿Qué nos ata a nuestros orígenes? Un chifa en una avenida desolada en el distrito joven de Ventanilla se halla la respuesta.

Se puede hablar de este libro con un ensayo rompecabezas que nos describe la naturalidad de explayarse de un migrante como Marco que nos da un origen de donde y por qué llegamos a estas tierras desérticas que al paso de los años se viene expandiendo. Algunos buscan un futuro mejor, ya que en sus lugares de origen no lo tienen. O tal vez sí. Pero el estado los olvida o la ayuda no suele ser suficiente y constante. A esto incluyamos la guerra civil que pasamos y que a muchos los obligaron a huir. A todo esto muchos de ellos (por no decir todos) quedan retratados por la nostalgia. ¿Pero exactamente a qué? A su cultura, a su comida.

El libro, no culpe directamente con las expectativas de su título. Pero es un buen libro intenta comprender el origen de nuestra nostalgia (la de los recién llegados) y el sufrimiento al que nos toca acostumbrarnos.





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